Es el producto que resulta de fragmentar (predigerir) el colágeno nativo, que se encuentra en los tejidos animales. El colágeno nativo es una molécula muy larga y compleja, que no podemos utilizar directamente como nutriente, porque nuestro sistema digestivo no la puede digerir y, por tanto, no la puede asimilar (aprovechar).
El colágeno hidrolizado está formado por péptidos (fragmentos) de colágeno bioactivos, moléculas suficientemente pequeñas para poder ser digeridas (fragmentadas) a su vez por nuestro sistema digestivo y, por tanto, utilizadas como nutrientes de nuestras propias células.
Para que este colágeno sea digestible y asimilable es necesario aplicar dos procesos:
GELATINIZACIÓN. Separación de la triple hélice de la molécula de colágeno. Este proceso, por el cual se obtiene la gelatina, se hace habitualmente mediante procesos químicos (aplicación de álcalis o ácidos potentes). COLPROPUR D® es el único colágeno hidrolizado que se obtiene mediante un proceso físico de gelatinización (calor), que no utiliza químicos.
HIDRÓLISIS. Fragmentación de las largas cadenas polipeptídicas de colágeno (gelatina) en péptidos (cadenas cortas) mediante enzimas como las que se encuentran en el sistema digestivo humano.
Las moléculas y las fibras de colágeno son elaboradas (sintetizadas) por las células de nuestro cuerpo (o las de los animales) especializadas en esta misión.
Estas células son capaces de captar y ensamblar los aminoácidos y péptidos del colágeno hidrolizado que ingerimos y «tejer» con ellos las fibras de colágeno que formarán la estructura de los tejidos de ARTICULACIONES, HUESOS, MÚSCULOS, PIEL Y TEJIDO CONECTIVO, aportándoles resistencia y flexibilidad.
El colágeno hidrolizado puede proceder de diferentes especies animales (porcino, bovino, pescado, aves,…) y de diferentes tejidos (huesos, piel, cartílago, escamas, espinas,…) y tipos de colágeno presentes en los mismos (I, II y III principalmente). Sin embargo, puesto que el colágeno es una proteína de composición universal, con los mismos 18 aminoácidos y en muy similares proporciones independientemente de la especie, tejido y tipo de procedencia, los efectos beneficiosos de salud del colágeno hidrolizado (fragmentado), formado por péptidos que no conservan ni su especificidad ni tipología, no dependen de su origen, sino de la calidad de su proceso de elaboración y del grado de hidrólisis o fragmentación que determina el tamaño de los péptidos (peso molecular).
En el mercado de los ingredientes funcionales podemos encontrar dos tipos de colágeno: los hidrolizados, llamados también péptidos bioactivos de colágeno, y los no hidrolizados, llamados también colágeno nativo “tipo II”porque suelen proceder de cartílago.
A diferencia del colágeno hidrolizado, el colágeno no hidrolizado (o Tipo II) conserva sus fibras enteras por lo que no puede ser digerido (fragmentado) por nuestro sistema digestivo y no puede traspasar la barrera intestinal, y llegar a las células. Por tanto, a diferencia del colágeno hidrolizado, el colágeno nativo tipo II no puede actuar como nutriente, ni aportar los péptidos y aminoácidos necesarios para regenerar nuestro colágeno, y mantener el buen estado de los tejidos cuya estructura está formada por esta proteína (articulaciones, huesos, músculos, piel …).